La capa de ozono empieza a recuperarse

Los científicos creen que podría cerrarse de manera permanente hacia mediados de siglo

Dos fotografías cedidas por la NASA que muestran, a la izquierda, la capa de ozono en la estratosfera de la Tierra a una altitud de aproximadamente 20 kilómetros a mediados de marzo del 2011. A la derecha: datos del monóxido de cloro, el principal agente de destrucción del ozono químico en la estratosfera polar inferior en el mismo día y altitud. / - (EPA)

Los científicos han observado las primeras señales de que la capa de ozono comienza a recuperarse, según un estudio publicado en el último número de la revista 'Science'. Un equipo del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT, por sus siglas en inglés) ha descubierto que el agujero de la capa de ozono se ha reducido más de cuatro millones de kilómetros cuadrados desde el año 2000, cuando alcanzó su máximo. Los acuerdos alcanzados en 1987 para eliminar en todo el mundo el uso de los clorofluorocarbonos (CFC), procedentes en su gran mayoría de los sprays, empiezan a dar sus frutos.    

El estudio del MIT establece precisamente que más de la mitad de esa reducción del agujero se ha debido a la disminución del cloro atmosférico, el elemento químico que generan los CFC en las capas altas de la atmósfera. Esa recuperación se ha ralentizado en ocasiones debido a los efectos de las erupciones volcánicas. Durante su investigación, los científicos se sorprendieron ante un nuevo récord del tamaño máximo del agujero pese a que se observaba una disminución constante del cloro. Luego comprobaron que este nuevo pico se debía principalmente a la erupción del volcán chileno Calbuco, que tuvo su última gran erupción el mes de abril del 2015.

COMO INDIA Y ESPAÑA JUNTAS

La práctica totalidad de los países del mundo firmaron en Montreal (Canadá) un protocolo de supresión del CFC que eran el pricnipal factor de desaparición del ozno y que además de en los sprays estaba en los sistemas de refrigeración y en los productos de limpieza en seco. 

Pero al margen de esos altibajos, el agujero de la capa de ozono "parece estar en el camino de la recuperación", según los científicos. Cuatro millones de kilómetros cuadrados es una superficie equivalente al tamaño de la India y España juntas. 

"Ahora podemos estar seguros de que los pasos que hemos dado han puesto al planeta en el camino de la recuperación", afirma Susan Solomon, la autora principal del estudio y profesora de Química Atmosférica y Ciencia Climática en el MIT. "¿No somos asombrosos los humanos?, que hacemos algo que crea una situación concreta y decididmos colectivamente, como mundo, ¡vamos a acabar con esas moléculas! Y lo hacemos, y ahora vemos que el planeta está respondiendo", ha dicho, eufórica.     

A medida que los niveles de cloro vayan disipándose de la atmósfera, Solomon no ve motivos por los que el agujero de la capa de ozono no seguirá encogiéndose y, eventualmente, se cerrará de manera permanente hacia mediados de siglo. La científica ha confesado a un periodista de 'Science' que el descubrimiento "ha sido una sorpresa" para ella porque "no pensaba que ocurriría tan rápido".

CAMINO DE SALIDA

"La ciencia ha ayudado a mostrar el camino, los diplomáticos, países e industria han sido increíblemente capaces de trazar un camino de salida para esas moléculas y ahora estamos realmente viendo cómo el planeta empieza a ponerse mejor. Es algo maravilloso", ha celebrado Solomon. 

Para efectuar esta investigación, los científicos analizaron cada registro del agujero de la capa de ozono del mes de septiembre entre el año 2000 y 2015. "Creo que hemos estado, yo incluida, demasiado enfocados en octubre, porque es el mes en el que el agujero de la capa de ozono es enorme y está en su momento de gloria", apuntó Solomon. "Pero octubre también está sujeto a variaciones como los ligeros cambios en la meteorología. Septiembre es un mes mejor para hacer las observaciones", agregó.

Solomon fue quien descubrió en 1986 la relación entre la presencia de cloro, la incidencia de luz y la baja temperatura de la atmósfera como factores clave que condicionan la desaparición del ozono estratosférico, en un trabajo por el que obtuvo el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento en 2013.