Investigadores estadounidenses han documentado un nuevo récord mundial de migración entre mamíferos con un ejemplar de ballena gris o Eschrichtius robustus que fue capaz de recorrer 10.880 kilómetros en 69 días. Varvara, como es conocida, es un hembra de nueve años de la amenazada población de ballena gris del Pacífico septentrional.
Ladd Irvine y otros especialistas de la Universidad Estatal de Oregón, en Estados Unidos, colocaron a la ballena un radiotransmisor en el 2011 cuando se encontraba ante la costa de la isla rusa de Sajalín y luego siguieron sus movimientos por satélite. Concretamente, Varvara cruzó desde la costa nroeste del Pacífico hasta la noreste del Pacífico a través de las islas Aleutianas. Siguió por las proximidades de Alaska, la costa oeste de Canadá y Estados Unidos y, finalmente, llegó a su santuario de reproducción al sur de la península de Baja California, en México.
A continuación regresó a su hogar por una ruta un poco más al sur, completando en 172 días un periplo de 22.511 kilómetros, también un récord para la migración de ida y vuelta. Los detalles de la investigación se han publicado en la revista Biology Letters.
Hasta ahora, el récord reconocido de migración de mamíferos correspondía a la ballena jorobada, una de las cuales hizo un viaje de ida de 9.800 kilómetros desde aguas cercanas a Brasil hasta Madagascar, según un estudio del 2010.
La nueva investigación plantea preguntas intrigantes sobre las ballenas grises americana. Existen ballenas grises tanto en el Pacífico septentrional oriental como en el occidental, pero los conservacionistas consideran que las dos poblaciones están separadas.
La caza comercial de ballenas devastó la especie a ambos lados del océano. Sin embargo, las del este se han recuperado en gran parte mientras que las del oeste se tambalean al borde de la extinción. La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) calcula que la población de ballena gris occidental ronda los 130 ejemplares y la cataloga como especie en peligro crítico.
Los investigadores proponen ahora que quizá haya una mezcla genética entre las poblaciones orientales y occidentales. En otras palabras, que algunas presuntas ballenas grises occidentales podrían ser en realidad ballenas grises orientales. "La identidad de la población de ballenas fuera de la isla de Sajalin necesita más evaluación", dicen científicos.
Otras seis ballenas también han sido supervisadas vía satélite. Junto con Varvara, otras dos también cruzaron a las regiones habitadas pero no amenazadas por las ballenas grises del este. Eran Flex, un macho de 13 años, que se acercó a aguas de Oregón en un viaje de 7.611 kilometros, y Agent, un joven de seis, que se dirigió hacia el golfo de Alaska y cubrió 5.464 kilometros de distancia.
Los patrones de migración rompen con la idea de que las ballenas grises siguen rutas migratorias exclusivamente de norte a sur a lo largo de las costas y demuestra que estos mamíferos tienen "habilidades de navegación a través del aguas abiertas".