ESCALADA PROTECCIONISTA

El impacto es solo cuestión de tiempo

Quizá se impondrá la cordura, pero de producirse la escalada proteccionista, el profundo impacto negativo sobre la economía global sería solo cuestión de tiempo.

MAS VALOR Laborers fill orders of machine grade / NATALIE BEHRING

La primera subida arancelaria impuesta por la Administración Trump en enero del 2018 afectó a las placas solares, de las que China es el primer productor mundial, y a otros productos como las lavadoras, de las que China exporta por valor de 425 millones de dólares a EEUU, así como acero aluminioChina respondió el 2 de abril imponiendo nuevos aranceles a 128 productos importados de los EEUU, incluyendo aluminio, aviones y diversos productos agrícolas. El 15 de junio, Donald Trump anunció que impondría un arancel del 25% a productos chinos por valor de 50.000 millones. El 6 de julio esta amenaza se empezó a hacer efectiva por valor de 34.000 millones. El 23 de agosto se acabó de implementar, afectando a los restantes 16.000 millones. Hasta el momento, las medidas adoptadas representan un 7% de las importaciones americanas.

Además, y como reacción a la respuesta china, los representantes comerciales de EEUU amenazan con aumentar los aranceles a una lista adicional de importaciones chinas por un valor superior a los 400.000 millones y China ha anunciado que, de producirse, responderá en consecuencia. La Administración Trump también ha contemplado la posibilidad de subir los aranceles a casi 300.000 millones de importaciones de vehículos y componentes de automoción. De producirse, la Unión Europea y otros países podrían responder en la misma medida contra las exportaciones americanas.

De confirmarse este conjunto de amenazas, la actual escalada en la guerra comercial llegaría a afectar unos 800.000 millones de dólares de importaciones de los EEUU -casi una tercera parte de las importaciones de este país- y a un valor equivalente de sus exportaciones a otros países.

Según un informe del banco de inversión JP Morgan, si se cumplen las amenazas, el arancel medio impuesto a las importaciones a los EEUU se elevaría desde el 1,5% anterior a la escalada hasta un 6,5%. No obstante, según los analistas de JP Morgan el impacto de este incremento arancelario representaría un descenso del 0,25% del crecimiento económico mundial. Por otro lado, los principales modelos de previsión de la economía americana sugieren que un aumento del valor de las importaciones del 10% implica un aumento puntual de nivel de la inflación del 0,7%. De hecho, el redoble de los tambores de la guerra comercial ya notorios antes del verano no parecen haber afectado de momento a las decisiones de compra y de inversión de las familias y empresas americanas, y tampoco ha influido significativamente las elevadas valoraciones bursátiles. Algunos mercados emergentes están registrando importantes salidas de capital y presión contra sus divisas, pero más como consecuencia de las expectativas de subida de los tipos de interés en EEUU que como consecuencia de la actual escalada de amenazas de guerra comercial.

Medidas con apoyo popular

Ray Dalio, un conocido y relevante gestor de fondos de inversión americano, ha manifestado su sorpresa y desacuerdo con la complacencia que muestran los mercados ante la amenaza de una guerra comercial entre les principales potencias económicas del planeta, como también advierten otros reconocidos analistas y comentaristas. Es posible que los mercados descuenten que finalmente la cordura se impondrá, o que gran parte de las amenazas van de farol, o que las presiones de los principales representantes empresariales para evitar la escalada finalmente se impondrán. Pero estos argumentos no tienen en cuenta el amplio apoyo popular a este tipo de medidas por parte de la base electoral de Trump, que buscará renovar su mandato en las urnas habiendo cumplido sus promesas.

Una amenaza latente no descontada por los mercados es que una vez iniciada la escalada proteccionista ésta se acelere, en vez de moderarse, lo cual sería congruente con las convicciones proteccionistas del presidente americano y su visión mercantilista de la economía, tendente a eliminar cualquier déficit comercial. También debe tenerse en cuenta que a medida que la subida arancelaria afecte los costes de los sectores utilizadores de productos sujetos a los nuevos aranceles –por ejemplo, el sector de la automoción en tanto que consumidor de acero y aluminio– estos sectores demandarán a su vez nuevas medidas proteccionistas.

A un año o más vista

Pero el impacto más imprevisible y seguramente más importante es el que se puede producir vía un aumento de la incertidumbre que frene las decisiones de inversión a escala global –con especial intensidad en las economías más abiertas y dependientes del comercio internacional. Los modelos econométricos utilizados por gobiernos, bancos centrales y bancos de inversión no están construidos para captar anticipadamente los cambios de sentimiento de los inversores y los cambios de percepción ante riesgos presentes o futuros. Entre la planificación y la ejecución de las inversiones suele transcurrir un lapso temporal, de manera que los efectos de la actual incertidumbre empresarial sobre la economía podrían impactar con un año o más de retraso. Además, una escalada proteccionista perjudicaría la eficiencia en la asignación de los recursos, con impacto negativo sobre el crecimiento de la productividad y, por esta vía, sobre las decisiones de inversión a largo plazo. En conclusión: el profundo impacto negativo de una posible escalada proteccionista sobre la economía global, de producirse, sería solo cuestión de tiempo.