Sector en auge

El capital riesgo entra en efervescencia

Las inversiones en ''start-ups' de Barcelona se disparan un 92% en un año, hasta alcanzar los 871 millones de euros.

La capital catalana y Madrid concentran más del 90% de la financiación obtenida por las empresas emergentes españolas

Un emprendedor busca capital en el 4YFN. / 4YFN

Que el ecosistema start-up barcelonés está en plena efervescencia es algo que se repite habitualmente y que los  estudios demuestran. Sin embargo, eso no quita que el informe presentado en febrero por la Mobile World Capital, justo antes celebrarse el Mobile World Congress (MWC), fuera una grata sorpresa. Según el estudio elaborado por la entidad que dirige Carlos Grau, el valor de las rondas de financiación de las empresas emergentes de Barcelona se disparó el 92% en el 2018 respecto al ejercicio anterior, hasta alcanzar los 871 millones de euros

 “Fuimos los primeros en invertir en ‘start-ups’, aunque en aquella época nadie sabía ni siquiera lo que eran”, explica Xavier Álvarez, director de Tecnologías de la Información y la Comunicación de Caixa Capital Risc. Según datos de Acció, la agencia de promoción económica de la Generalitat, Caixa Capital Risc es la entidad de ‘venture capital’ más activa de Catalunya, y en 2018 participó en el 7% de las inversiones en ‘start-ups’ en la región. Si tan solo consideramos las rondas de financiación de clase B y C –las de mayor importe–, el peso específico de Caixa Capital Risc fue todavía mayor, ya que tomó parte en el 22% de las operaciones.

Actualmente la gestora de capital riesgo de Criteria Caixa controla 9 vehículos de inversión dotados con 240 millones de euros y cuenta con un equipo formado por 30 profesionales. Las participaciones de Caixa Capital Risc se concentran en tres verticales: TIC -dirigida por Xavier Álvarez-, Ciencias de la vida y Biotecnología –con José Antonio Mesa a la cabeza- e Industria –cuyo máximo responsable es Felipe Matias-. “Una de nuestras particularidades es que tenemos capacidad para invertir tanto en fases iniciales de un proyecto como en etapas más avanzadas  para apuntalar el crecimiento de la empresa”, señala Xavier Álvarez. En cuanto a las compañías TIC que han estado participadas por Caixa Capital Risc, algunas de las desinversiones más destacadas han sido las de Wallapop Privalia, mientras que en Ciencias de la vida el gran exit ha sido la venta de Stat-Dx a Qiagen.

Evitar la dilución

Inveready es otro de los gestores de fondos de capital riesgo relevantes en el ecosistema ‘start-up’ catalán, aunque su modus operandi difiere bastante del de Caixa Capital Risc.  Actualmente Inveready gestiona 160 millones de euros –de los cuales faltan por desembolsar 40 millones- repartidos en 9 vehículos de inversión. “Nuestra estrategia pasa por tomar una participación en fases muy iniciales de las empresas y mantenernos en el capital de la compañía sin desembolsar mucho más dinero ni diluirnos”, señala Ignacio Fonts, socio y directivo de Inveready.

Para conseguir este objetivo, el gestor de fondos hace un “uso intensivo” en sus participadas de los instrumentos de deuda pública como los préstamos de Enisa, Avançsa o CDTI y, de esta forma, puede mantener su participación en las start-ups sin tener que realizar grandes ampliaciones de capital. “Al tratarse de proyectos digitales, si la empresa tiene éxito será muy escalable y ofrecerá un retorno de la inversión muy positivo”, apunta Fonts. Inveready invierte en compañías deep tech –es decir, empresas especializadas en tecnologías como el blockchain, la inteligencia artificial o la ciberseguridadblockchain- y también en proyectos biotecnológicos que se encuentren en fase de validación preclínica. El tique de las inversiones de Inveready oscila entre los 300.000 euros y 1 millón de euros.

Ángeles en red

Antes de que los fondos de capital riesgo entren en juego, los emprendedores suelen recurrir a otros mecanismos para financiar sus proyectos. El primero son las conocidas como FFF (familiares, amigos y locos por sus siglas en inglés) y, posteriormente, los business angels, que pueden actuar a título individual o agrupados en redes. “Nuestra organización está formada por unos 200 miembros entre los que hay family offices, personas a nivel individual y entidades de capital riesgo. Organizamos eventos para dar a conocer ‘start-ups’ con potencial entre nuestros inversores pero, sobre todo, para apoyar a los emprendedores”, relata Fernando Zallo, director de Esade Ban.

La red de ángeles de Esade nació en 2008 vinculada a Alumni, la asociación de antiguos alumnos de la escuela de negocios. No obstante, actualmente cualquier empresa puede participar en los foros de inversión de Esade Ban –siempre y cuando pase el corte-, y en estos momentos la red de business angels tiene invertidos 4,9 millones de euros en 25 proyectos de los cuales más de la mitad no tienen ninguna vinculación con Esade.

Barcelona vs Madrid

El 90% de la financiación obtenida por las start-ups españolas –más de 1300 millones de euros en 2018- se concentró en compañías establecidas en Barcelona y Madrid. No obstante, la diferencia entre las dos ciudades, en este caso a favor de la capital catalana, es palmaria. Los 871 millones levantados por las ‘start-ups’ barcelonesas fueron más del doble que los 343 millones captados por las madrileñas. En este sentido, Barcelona ha seguido una tendencia ascendente en los últimos años. En 2016 las empresas emergentes de la urbe catalana captaron 282 millones –Letgo, Stat-Dx y Corner Job fueron las operaciones más destacadas-, en 2017 las ampliaciones de capital en start-ups alcanzaron los 453 millones –de nuevo Letgo, ID Finance y Nice Fruit-, y en 2018 se tocó techo con los ya mencionados 871 millones.

Tras el crecimiento de los últimos años, ¿nos estamos acercando a un punto en el que la inversión en start-ups se estabilizará? Ignacio Fonts, de Inveready, cree que no. “Los 871 millones de 2018 me parecen una cifra discreta. El sector todavía es incipiente, y no sería extraño que en los próximos años veamos repuntes de hasta tres dígitos”.