Con motivo del Día Mundial de la Menopausia, que se celebra el 18 de octubre, el facultativo de Cinfa, Eduardo González Zorzano, explica que, en torno a los 45 años, "comienza una paulatina disminución de la función ovárica y de los niveles de estrógenos, que culmina con la desaparición definitiva de la menstruación, alrededor de los 50 o 51 años de edad.
Este proceso, conocido como climaterio, provoca síntomas como sofocos, alteraciones del sueño o aumento del peso; pero también se manifiesta con cambios y signos emocionales: desde enojo, irritabilidad, angustia, tristeza o llanto fácil hasta la depresión. No son problemas graves, pero sí que suelen alterar la calidad de vida de la mujer", afirma.
Además de provocar síntomas físicos como fatiga o cambios en la silueta, la menopausia puede afectar también al estado anímico de las mujeres. De hecho, una de cada tres mujeres españolas se siente mal o muy mal anímicamente en esta etapa de la vida, de acuerdo con el Estudio sobre las Percepciones y Hábitos de las Mujeres Españolas durante la Menopausia, elaborado en el 2014 por Laboratorios Cinfa, tras encuestar a más de 2.000 españolas de entre 45 y 65 años.
González Zorzano propone algunos consejos que pueden ayudar a reducir las molestias y síntomas asociados a este periodo El primero de ellos es afrontar esta etapa con una actitud positiva", sostiene y añade: "Es importante realizar ejercicio físico moderado de forma regular. La actividad física produce importantes beneficios cardiovasculares, retrasa la aparición de trastornos y mantiene los músculos fuertes. Por tanto, intenta luchar contra el sedentarismo caminando entre media y una hora al día u opta por otras actividades aeróbicas como el baile, la natación o la gimnasia, siempre de acuerdo a tus posibilidades".
El médico aconseja también mantener hábitos alimenticios saludables. "En esta época de la vida existe una tendencia al aumento de peso y a la aparición de dolencias como la hipertensión arterial o el colesterol alto. Por este motivo, es preciso reducir el consumo de grasas y azúcares, así como aumentar el de frutas, verduras y cereales, y el de alimentos con calcio, como los lácteos. También el omega-3 es especialmente importante para la mujer a partir de los 45 años, ya que ayuda a prevenir problemas cardiovasculares y los síntomas depresivos, además de a reducir la intensidad de los sofocos", concluye.
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