Si la piel de la espalda y los hombros es propensa a la aparición de antiestéticos granitos y barrillos que impiden lucirla y dejarla al descubierto, se puede aplicar un producto exfoliante una o dos veces por semana.
Este tipo de crema se puede extender mediante un cepillo o una manopla, realizando movimientos circulares. De este modo se arrastrarán las células muertas y la piel quedará suave, lisa y libre de impurezas.
Para limpiar a fondo la piel de la espalda también resulta efectivo aplicar una o dos veces por semana una mascarilla purificante de arcilla o algas. Otra posibilidad es una receta casera realizada a base de leche y sal. La pasta se extiende en la zona, se deja secar y después de 10-15 minutos se retira con agua tibia en la ducha.