Linaza contra la flacidez cutánea

Es un remedio natural que se puede preparar en infusión o en una cataplasma

Semillas de linaza.

Rica en mucílagos, sustancia que tonifica la piel, las semillas de linaza son un potente reconstituyente para la piel facial y corporal. Un remedio natural que se puede preparar mediante una infusión o una cataplasma.

Para la tisana se vierte una cucharada de semillas de linaza en un vaso de agua y se pone a hervir durante 25 minutos. Mientras que para preparar una cataplasma, se muele un puñado de semillas y se mezclan con agua caliente hasta formar una pasta espesa. Se añaden de cuatro a seis gotas de aceite esencial de geranio, que posee efecto drenante y se remueve bien. Se extiende la mezcla con una tela y se aplica durante 30 minutos en las zonas más flácidas como los brazos, el abdomen o los muslos.