En Barcelona hay 9.657 viviendas de uso turístico legales que ofrecen cerca de 59.000 plazas de alojamiento. Para garantizar la convivencia de los visitantes que las ocupan con los vecinos y vecinas con los cuales comparten finca o barrio, un equipo gestionará los conflictos que puedan producirse.
Este equipo de mediación constará de cuatro personas que acudirán a las fincas donde se hayan registrado denuncias y aplicarán herramientas de mediación y facilitación con el vecindario y los visitantes. Esta mediación será complementaria de las actuaciones administrativas que correspondan. Inicialmente, actuarán en Ciutat Vella y L’Eixample, los distritos que registran un mayor volumen de pisos turísticos y quejas.
La medida, que se ha trabajado con interlocutores del sector, como la asociación de apartamentos turísticos APARTUR o el Colegio de Administradores de Fincas, se enmarca en el Plan estratégico de turismo 2020. Además, complementa otras medidas impulsadas para garantizar una mejor gobernabilidad del turismo como el PEUAT, el Plan de choque contra los alojamientos turísticos ilegales y los acuerdos con las plataformas de alojamiento turístico.
DOS MIL INCIDENTES ANUALES
Cada año, los servicios de atención a la ciudadanía registran unos 2.000 incidentes motivados por las viviendas de uso turístico. La medida también pretende disponer de referencias cuantificables de estas incidencias para evaluar de forma más exacta propuestas de mejora con los diferentes operadores.