Caldes de Montbui reparte íntegramente un quinto premio de la Lotería de Navidad

Un bar del centro del pueblo ha vendido 250 décimos a familiares, amigos y parroquianos

Celebraciones en la administración número uno Les Termes, en Caldes de Montbui. En este establecimiento ha tocado íntegramente el quinto premio de la Lotería Nacional.  / JOSEP GARCIA

La suerte ha alcanzado de lleno Caldes de Montbui, donde la administración número 1 ha vendido íntegramente las 161 series de un quinto premio, el 73.867, con 6.000 euros por décimo. El bar La Familia, situado en la misma avenida de Pi i Margall donde se encuentra la administración afortunada, ha sido el encargado de vender hasta 250 décimos de la Lotería de Navidad, la mayoría entre parroquianos, amigos y familiares.

“Yo fui la que compré el número, y se ha vendido muy bien, yo me llevé 10 décimos y mi marido otros dos”, explica Mercedes Bonilla, propietaria del local. La suerte les ha tocado en un momento difícil, ahogados por las deudas y a punto de jubilarse, con el cartel para traspasar el bar esperando ya tras el mostrador desde el que Emilio Liébanes ha vendido los números agraciados.

El premio servirá para  ayudar a muchas familias a paras las Navidades mucho mejor de los previsto

“A mi me tocan 3.000 euros, compartí el número con un amigo mío y ya tenemos claro que parte de este dinero nos lo gastaremos en cervezas juntos”, explica uno de los premiados, Paco Fajardo, a las puertas de la administración. El premio servirá para ayudar a muchas familias a pasar las Navidades mucho mejor de lo que habían previsto.

PARA LOS NIETOS

“A mi madre le quitaron el piso y le concedieron un alquiler social, y a mis tíos y a mis abuelos les embargaron la casa, ahora podremos ayudarnos un poco”, señala Alba Meilán. Su abuelo llevaba cinco de los décimos premiados. Ya les ha dicho que se quedará 18.000 euros y repartirá el resto entre los nietos.

El bar La Familia hace honor hoy a su nombre, y se ha convertido en punto de encuentro de los premiados, que no han desaprovechado la ocasión para descorchar varias botellas de cava y planear de entrada si el pollo que tenían comprado para Nochebuena será sustituido por una mariscada.