Pese a juntar a la pareja LeBron James y Anthony Davis, y tener dos franquicias de mercados económicos tan importantes como son Los Ángeles y Miami, el primer asalto de las finales de la NBA, que se disputó la noche del miércoles, ha registrado los peores números de audiencia en unas finales en toda la historia de la liga.
El partido, que ganaron los Lakers 116- 98 a los Heat, fue el menos visto en Estados Unidos desde que en 1988 se empezasen a registrar estos datos. Algo más de 7.4 millones de espectadores acumuló la cadena con los derechos del encuentro en América.
El índice de audiencia más bajo hasta la fecha databa de 2003, cuando 8.06 millones de personas vieron el tercer partido de las finales que enfrentaban a los New Jersey Nets (actuales Brooklyn Nets) y los San Antonio Spurs.