Que no pare la música

La batalla del Antic Teatre

El escenario autogestionado de Ciutat Vella defiende a contracorriente la fusión de las artes y lucha para asegurar su futuro ante la presión inmobiliaria

Juljiana Tomic, en el Antic Teatre.  / MARTÍ FRADERA

Allá por los primeros 80, cuando nos saltábamos la clase de latín de 2º de BUP, nos replegábamos en un extraño lugar, una terraza decrépita en lo que parecía haber sido un palacete, donde un tipo con malas pulgas nos suministraba medianas de cerveza mientras discutíamos si The Police era un grupo sobrevalorado. Balaustradas desconchadas, escalas de piano que procedían de un edificio vecino y unos portalones que, cuando alguien los dejaba entreabiertos, permitían otear los restos de un viejo escenario.