El día que Donald Trump descubrió que tenía cinco millones de fieles seguidores de sus mítines a través de su cuenta de Facebook Live entendió que ya no necesitaba a los medios convencionales de comunicación. Y empezó a descalificarlos. Especialmente a los contrarios, aunque no solo. Disimular con algún ataque puntual a alguno afín le daba la pátina imprescindible que le servía para disfrazar su intolerancia. De eso se cumplen cuatro años.
Acrobacia sin red
No es casual que Puigdemont haya anunciado su nuevo partido en Twitter, medio que facilita acceder acríticamente a los mensajes de tus referentes dentro tu burbuja informativa
Carles Puigdemont, durante su entrevista en Catalunya Ràdio. /
Lo más visto
- El aviso de Hacienda a las empleadas del hogar: cambio desde este mes de abril
- Las lluvias en Catalunya dejan los pantanos por encima del 18%
- ¿Dónde se baila en Barcelona a partir de los 40 años?
- El mensaje de Candela Peña sobre Daniel Sancho tras interpretar a Rosario Porto en 'Caso Asunta'
- El primer gran 'beach club' de Barcelona abrirá en junio: así será su oferta