muy seriemente

'Don't F**k With Cats', el vicio de asomarse a la 'Deep Netflix'

La cacería del aspirante a asesino en serie Luka Rocco Magnotta narrada en tres capítulos logra, que ya es decir, que 'Tiger King' parezca a su lado un documental de David Atenborough

Luka Rocco Magnotta, candidato frustrado a a asesino en serie y famoso de nuevo ahora, como quería, gracias a ’Don’t F**k With Cats’. / NETFLIX

Luka Rocco Magnotta quiso hace ocho años añadir su nombre al santoral demoniaco de los asesinos en serie. Comenzó su carrera delictiva como Ed Kemper, que practicó primero su pulsión necrófila con indefensas mascotas antes de pasar a las personas. Magnotta tenía además, o eso creía él, la magnética belleza de Ted Bundy, el yerno perfecto, un referente sin duda en esta sórdida materia. También se creía listo como el Asesino del Zodiaco, que dejó traviesas pistas a la policía y que, pese a ello, jamás fue capturado. Magnotta no pasó de beato del crimen serial porque, en realidad, solo se anotó una víctima mortal. ¡Pero de qué manera! En junio del 2012 se reseñó en este diario y en los de medio mundo su captura en Berlín, algo lógico, pues aunque solo había segado una vida hasta entonces, logró, como quería, llamar la atención. No todos los criminales envían porciones de sus víctimas a las sedes de los principales partidos del país, en su caso, los de Canadá. A un entonces poco conocido Justin Trudeaux, por ejemplo, le llegó por correo una mano dentro de una caja. Que aquel infeliz que cumple cadena perpetua en Quebec haya recuperado ahora la notoriedad que tanto anhelaba es responsabilidad de lo que a estas alturas podemos ya llamar la ‘Deep Netflix’.