LOS 92 DEL 92

Epi: el último relevista, el secreto peor guardado

El jugador de baloncesto, Epi, en el último relevo de la antorcha olímpica durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992 / JORDI COTRINA

Epi forma parte de una de las imágenes más icónicas de Barcelona 92. Fue el último relevista de la antorcha en la inauguración. El atleta que prendió la flecha del arquero Antonio Rebollo antes de dispararla hacia el pebetero del estadio de Montjuïc. Esa foto está grabada en la memoria colectiva de millones de españoles.

 

Siempre ha defendido Epi que no fue hasta el día antes de la ceremonia, cuando supo que sería el elegido. Personaje muy poco dado a prodigarse en público, es la versión que ha repetido en algunas de las escasas entrevistas que ha concedido en estos 30 últimos años. Pero nunca un secreto como ese, que el Comité Organizador intentó rodear de la máxima discreción, pudo resultar más público. Mientras Barcelona vivía una avalancha de obras que impulsarían su transformación para la gran cita deportiva del 92, la prensa deportiva ya especulaba con el nombre del jugador del Barça como último relevista.

"Todo el mundo piensa que se sabía, pero yo no lo supe hasta el día anterior a las cinco de la tarde. Me llamó el director de la Villa Olímpica, me dijo que había sido elegido y que llamaba para preguntar si quería ser el último portador de la antorcha. El salto de alegría fue enorme", ha asegurado en alguna ocasión.

 Ensayo secreto

La noche previa, Epi, el piragüista Herminio Menéndez, triple medallista olímpico y quien le precedería en el recorrido de la antorcha, y el arquero Antonio Rebollo acudieron en secreto al estadio olímpico de Montjuïc para ensayar un par de veces. Para estar aún más seguro, Epi pidió un walkman y durmió escuchando la coreografía toda la noche. Durante la ceremonia prolongó ese momento más de lo previsto inicialmente porque la coreografía no iba según lo previsto. "Al final tuve que alargar los diez segundos en treinta, pero la organización me felicitó", explicó el exjugador de baloncesto, integrante del equipo que logró la histórica medalla de plata en Los Angeles- 84.

Su recuerdo imborrable por la inauguración, dio paso a una pesadilla deportiva para la selección de baloncesto

Ese recuerdo imborrable dio paso después a unos Juegos de pesadilla para la selección española de baloncesto, que vivió uno de los momentos más duros de su historia, con una dolorosa derrota frente a Angola (63-83) en la primera fase que dinamitó sus opciones de disputar los cuartos de final, para acabar en un discretísimo noveno puesto.

El grupo que dirigía el legendario Antonio Díaz Miguel llegó en unas condiciones muy complicadas a aquellas Juegos por la polémica del intento de la ACB por incluir un tercer extranjero en los equipos y la huelga convocada por los jugadores españoles. "La concentración no fue normal, mucha presión por muchos sitios. Nuestra participación no fue muy buena, tuvimos muchos lesionados en el camino y llegamos con un equipo muy justo, esa es la parte agria", valoró Epi.

 

 El exjugador del Barça, en cualquier caso, señala la cita de Barcelona como el punto de inflexión para el deporte español. "Hasta ese momento se luchaba para llegar a alcanzar a los mejores y desde esos Juegos, con tantas medallas como hubo y una buena planificación, se empezó a pensar en que nosotros podíamos ser campeones. A partir de ahí hemos sido campeones del mundo en fútbol, básquet, balonmano, motociclismo, tenis, en F1..."