Toma de posesión

Putin promete la victoria en Ucrania en el arranque de su quinto mandato como presidente de Rusia

"Nosotros no rechazamos el diálogo con los países occidentales. Depende de ellos", afirma tras jurar el cargo en una ceremonia oficial en el Kremlin cual zar del Imperio Ruso

Directo | Última hora de la invasión rusa de Ucrania

El presidente ruso, Vladímir Putin, antes de jurar el cargo para su nuevo mandato, este martes en Moscú. / SERGEI BOBYLYOV / AFP

Seis años más de Vladímir Putin al timón de Rusia empezaron este martes. El dirigente ruso no cambia un ápice su rumbo y se mantiene terco en lo que respecta a la guerra rusoucraniana. Este martes en su investidura, llamó a sus compatriotas a vencer juntos en el conflicto. "Somos una nación grande y unida, y juntos superaremos todos los obstáculos, concretaremos todo lo planeado, y juntos ganaremos", declaró tras jurar su quinto mandato como presidente, el que le posicionará como uno de los líderes con más tiempo en el poder.

Cual zar del antiguo Imperio Ruso, la ceremonia se realizó ante 2.600 invitados en la sala de San Andrés, construida a mediados del siglo XIX como sala del trono del zar Nicolás I. El mandatario de 71 años pronunció un breve discurso en una fastuosa ceremonia en el Kremlin, el corazón del poder ruso. Durante el mismo recordó a sus soldados que luchan en Ucrania desde 2022, a los que llamó "héroes".

"Es un gran honor, una responsabilidad y un deber sagrado", afirmó Putin sobre su quinto mandato. Aunque recientemente dio el visto bueno a ensayos con armamento nuclear táctico ante las "provocaciones" de líderes occidentales como el presidente francés, Emanuel Macron, señaló que no rechaza el diálogo con Occidente y dejó el balón en su tejado. "Nosotros no rechazamos el diálogo con los países occidentales. Depende de ellos", dijo.

El pasado 17 de marzo, Putin fue reelegido en las urnas con más del 87% de los votos, según los datos ofrecidos por el Gobierno ruso. En el poder desde el año 2000, el nuevo mandato permitirá al dirigente permanecer al frente del Kremlin hasta 2030. La oposición y Occidente consideraron que las elecciones no fueron limpias ni justas, al no haber una alternativa real a Putin. Él mismo anunció el pasado mes de octubre de 2023 que se presentaba, despejando la incógnita de si mantendría el poder de forma literal o preferiría algo más sutil delegando en alguien de su confianza.

Retos por delante

La economía rusa ha aguantado de manera estoica las múltiples sanciones y trabas que los países occidentales han impuesto sobre el país a raíz de la guerra de Ucrania. Aunque el impacto ha sido menor del esperado, eso no implica que no haya dificultades por venir. El ejemplo más claro son las pérdidas registradas por primera vez en 25 años de la gigantesca empresa de los hidrocarburos Gazprom, que llegó a representar el 12% de la producción mundial de gas. La compañía sufrió en 2023 un déficit de cerca de 7.000 millones de euros. El no poder comerciar con la Unión Europea, su principal cliente, le ha supuesto un lastre.

Además de los derivados de las sanciones, dos años de guerra contra una Ucrania apoyada por Occidente han dejado secuelas en las arcas públicas rusa. Según explican medios independientes como 'Novaya Gazeta Europa' --declarado agente extranjero por las autoridades rusas--, el gasto militar a finales de 2023 era dos veces mayor al de 2022. Aunque es difícil especificarlo porque se han dejado de publicar estadísticas del presupuesto desde 2023, se prevía a finales de este que el frente llegaría a comerse hasta el 45% del presupuesto público y que este mismo año habría recortes en sectores no relacionados con el Ejército. En aquel entonces ya se vio cómo bajaron diferentes partidas destinadas a la sanidad como las que se dedican al cáncer y las enfermedades cardiovasculares.

Durante estos dos años de conflicto con Ucrania las relaciones con algunos países afines se han enfriado. El ejemplo más claro es del de Armenia, que tras su descontento con el escaso apoyo del Kremlin en su conflicto con Azerbaiyán ha optado por distanciarse de Moscú. Es por esa razón que Yereván ha mantenido su acercamiento con Occidente a lo largo de estos dos últimos años y también por ello el primer ministro armenio, Nikol Pashinián, no acudió a la investidura del presidente ruso de este martes. Aunque este es un país pequeño en el panorama internacional, su diáspora sí tiene fuerza dentro de Rusia y es un grupo de presión.

Otros pequeños países exsoviéticos, en cambio, han empeorado su relación con Rusia por el miedo a "ser los siguientes" tras Ucrania, siendo Moldavia y Georgia los más afectados ya que tienen partes de sus respectivos territorios controlados indirectamente desde Moscú. Los países bálticos también han recibido todo tipo de críticas y su relación con el Kremlin ha empeorado, aunque cuentan con la protección de la OTAN. Otros aliados tradicionales de Moscú, en cambio, han optado por cerrar filas para convertirse en piezas fundamentales para eludir sanciones, vender hidrocarburos y comprar armamento, como es el caso de China, India, Kazajistán, Corea del Norte e Irán, entre otros.