Comicios a la Eurocámara

Meloni busca aprovechar su tirón en las encuestas para arrasar en las elecciones europeas

La primera ministra italiana anuncia su candidatura en todas las circunscripciones de Italia, aun a sabiendas que deberá renunciar al escaño si gana

Las elecciones europeas inflaman la convivencia de Meloni con Salvini

La primera ministra de Italia, Giorgia Meloni, durante la presentación de su candidatura a las elecciones europeas. / ROBERTO MONALDO / LAPRESSE

El escenario principal del anuncio de Giorgia Meloni como candidata y cabeza de lista en "todas las circunscripciones" en Italia, para las próximas elecciones europeas de junio, no fue el domingo el salón de un edificio romano o una sala de congresos. El anuncio se realizó con las albinas arenas del mar Adriático de fondo, en la marítima ciudad de Pescara. Detrás, incluso se veían bañistas paseando junto a la orilla con sus perros. La ultraderechista, una política de 47 años cada vez más aupada por las encuestas, apenas levantó la voz durante su mitin; todo daba la sensación de placidez, serenidad. Allí, vestida con un traje celeste casi del mismo color del agua, anunció que había llegado "el momento de subir la apuesta". Ha llegado la hora de que "cambiemos también Europa", dijo. 

La decisión, estudiada hasta el más mínimo de los detalles, se esperaba. Una larga lista de argumentos estaba desde hace tiempo a su favor. El primero: el estado de sopor político en el que se ha hundido (y vive) el centroizquierda italiano (tanto el Partido Democrático, como el Movimiento 5 Estrellas) desde hace meses. Pero también el protagonismo de Meloni dentro de su propio partido, Hermanos de Italia, y el efecto en la cita electoral de una candidatura de ella, y no de cualquier otro miembro de su formación. 

Un sondeo del Instituto Noto ya lo había puesto en evidencia a principios de abril. Según ese estudio de opinión, con la candidatura de Meloni, Hermanos de Italia lograría obtener hasta el 30% de los votos, dos puntos más que sin su presencia en las listas, y la derecha en su conjunto (la formación de Meloni, más Forza Italia y la Liga de Matteo Salvini) cosecharía hasta el 45%. Otros estudios también han recogido resultados similares.

Solo Giorgia

Con esto como preámbulo, en Pescara, Meloni incluso redobló su evite. "Si desean decirme que aún creen en mí, me gustaría que lo hicieran escribiendo en la papeleta simplemente Giorgia", pidió, al transformar así la cita en una prueba para su propio Ejecutivo. Una estrategia, la de poner solo el nombre de pila, permitida por la legislación italiana, pero que aún así algunos constitucionalistas juzgaron negativamente en lo inmediato. "¿Solo Giorgia? ¿Y si hay otra Giorgia, qué harán? Prohibidas todas las otras Giorgias dentro de Hermanos de Italia", ironizó el jurista Gaetano Azzariti, en declaraciones al diario italiano 'La Repubblica'.

Bastante menos se ha discutido en Italia estos días sobre el hecho de que Meloni no podrá ejercer como eurodiputada, incluso si es elegida, a menos que renuncie a su cargo de primera ministra del país, lo cual es poco probable. Aun así, la estrategia de aquí a junio ya parece trazada. 

"Meloni y su partido quieren aprovechar el fuerte consenso que disfruta la presidenta para intentar obtener la mayor cantidad de votos posible", explicaba días atrás el analista Davide De Leo. Una razón es que, "a diferencia del sistema electoral mayoritario, utilizado en Italia para las elecciones políticas, el sistema proporcional no contempla alianzas o coaliciones electorales", por lo que los partidos que son hoy parte de la coalición de Gobierno, también "competirán entre ellos en las elecciones europeas de junio", añadía De Leo, en las páginas de 'Pagella Política', una web especializada en verificación de noticias.

Aliados

Un tercer elemento, además, podría sumarse: la dificultad, más allá de las proclamas públicas, de establecer alianzas estables y de absoluta confianza en el nuevo hemiciclo europeo. Tanto es así que, en las últimas semanas, la propia Meloni y Santiago Abascal, el líder de Vox, se han vuelto a dejar ver juntos en público durante la precampaña de las europeas. "Unidos para un cambio de rumbo en Europa", escribió en la red social X él, que, como ella, pertenece al grupo europeo del Partido de los Reformistas y Conservadores (ECR).

El problema que tiene Meloni en casa es que, como ocurre de manera similar en España con Abascal y el Partido Popular (PP), ella tampoco cuenta con aliados en su coalición que sean parte de su grupo en Europa; Forza Italia está en el Partido Popular Europeo (PPE), y la Liga se encuentra en Identidad y Democracia, fundado por la francesa Marine Le Pen, la líder de Agrupación Nacional.

Un panorama por el cual algunos ya prevén una carrera dentro de las varias derechas europeas. Meloni, en su mitin, dio un avance. "No aceptamos lecciones de aquellos que quieren cerrar las escuelas durante el Ramadán o piden sacar las cruces de las aulas", afirmó.