Guerra de Ucrania

Rusia se convierte en un vivero de extremistas por las políticas del Kremlin y la discriminación de los emigrantes asiáticos

Los emigrantes de Asia Central no solo son objeto de abusos y extrema marginación sino que a menudo también son víctimas de montajes policiales para culparles de delitos y hasta atentados que no han cometido

El Gobierno ruso asegura que combate contra el extremismo islámico, pero los expertos cuestionan su voluntad y recuerdan campañas del Kremlin para enviar bajo mano a radicales a Siria

Directo guerra entre Rusia y Ucrania: última hora del conflicto

Un policía ruso sostiene a un bebé ileso tras el ataque checheno a una escuela de Beslán (Rusia), el 2 de septiembre de 2002 / REUTERS / VIKTOR KOROTAYEV

"Sí, tenemos una mezquita nueva, y centenares de cámaras vigilándonos". Hace casi un decenio, Abdul Karim, un residente en Moscú originario de una exrepública soviética en Asia Central, no veía razón alguna para congratularse por la reciente inauguración de la denominada Mezquita Catedral de Moscú, a escasos metros de la estación de metro Prospekt Mira, en el norte de Moscú. Pese a sus 19.000 metros cuadrados, 16 entradas y su capacidad de albergar en su interior a 10.000 fieles, el enorme edificio, inaugurado con toda la pompa por el presidente Vladímir Putin apenas cuatro semanas atrás, era claramente insuficiente para una ciudad en la que se calcula, según datos extraoficiales, que podrían vivir hasta dos millones de fieles musulmanes. "Esto no obviará las arbitrariedades que sufren a diario los musulmanes", culminó, mientras esperaba que el imán llamara a la oración de al isha, la última del día.