Guerra en el este de Europa

Rusia bascula hacia el Sur Global con la energía y el contrapeso a EEUU como bandera

El aislamiento occidental ha obligado a Moscú a renunciar a su vocación europea y ha hecho de Asia el principal mercado para su economía

¿Por qué han fracasado las sanciones a Rusia? La economía de guerra de Putin doblega la presión de Occidente

La propaganda rusa coloniza países y extiende su influencia por América Latina

Extracción de carbón en la mina a cielo abierto de Vostsibugol, cerca de la ciudad de Tulun, en Siberia / MAXIM SHIPENKOV / EFE

El grueso de la vastísima geografía rusa se asienta sobre el continente asiático, la estepa siberiana que se extiende desde los montes Urales hasta el Pacifico, desde las aguas heladas del Ártico hasta Mongolia y el Asia Central. De allí también sale la mayor parte del petróleo, el gas y los tesoros minerales que sostienen la economía rusa. Pero Rusia no ha acabado de ser nunca una gran potencia asiática. Desde que Pedro I el Grande fundara el Imperio ruso a principios del siglo XVIII, estableciendo una base de la Marina de guerra en el Báltico y transformando las costumbres de la corte en San Petersburgo, sus líderes han mirado hacia Europa como modelo y espacio natural para su proyección internacional. Una orientación que se explica tanto por las pulsiones de sus élites, como por la escasa población de la Rusia asiática, su climatología hostil o las malas comunicaciones que vertebran su geografía.