Guerra de Ucrania

Rusia recupera la iniciativa militar y Ucrania intenta no perder más terreno tras dos años de guerra

Ucranianos trabajan en el lugar de un ataque con cohetes a un edificio privado en Kharkiv, noreste de Ucrania. / EFE/EPA/SERGEY KOZLOV

La última intervención del vicepresidente del Consejo de Seguridad de Rusia, Dmitri Medvédev, constituye todo un ejemplo de la percepción generalizada sobre la actual correlación de fuerzas en la guerra de Ucrania, entre el Ejército defensor de Kiev y las tropas atacantes rusas. Desempolvando los objetivos iniciales de lo que el Kremlin denomina desde hace dos años como "operación militar especial", el expresidente ruso reiteró que el Gobierno de Ucrania "debe ser destruido", habló de reconquistar en algún momento Kiev y Odesa, a las que calificó de ciudades históricas rusas, al tiempo que amenazó a los ucranianos que se opongan a los planes del Kremlin con ser represaliados y enviados "a Siberia para su reeducación". Junto a las declaraciones, los hechos. El Instituto para el Estudio de la Guerra, la fuente más fiable sobre la situación en los campos de batalla, ha dado cuenta, en los últimos días, de una ofensiva militar rusa coordinada "en cuatro ejes paralelos" en el frente de Járkov y Kupiansk (al noreste del país) que, en caso de ser exitosa, concedería a Rusia "beneficios operacionales significativos", a diferencia de las recientes conquistas de Bajmut o Avdiivka, de valor simbólico pero limitada importancia estratégica.