Guerra de Ucrania

La falta de munición merma la capacidad de Ucrania de defenderse y contraatacar a Rusia

La 41.ª brigada ucraniana cerca de la línea del frente / Roman Pilipey / AFP

En verano pasado, el Ejército de Ucrania disparaba una media de 7.000 proyectiles de artillería al día, frente a los 5.000 de su enemigo ruso. Transcurridos ocho meses de guerra, esta comparativa no solo se ha invertido, sino que presenta unos números francamente desfavorables para el bando defensor: 2.000 disparos realizados por los locales, contra 10.000 de sus oponentes. En otras palabras, una proporción de uno a cinco a favor del Kremlin. Esta escasez de munición, que algunos medios llegan a calificar de "hambre" en un conflicto armado donde la artillería precisamente está jugando un papel preponderante, a la que se añade además el insuficiente número de baterías antiaéreas enviadas hasta ahora desde Occidente, está obligando a los mandos militares ucranianos no solo a racionar proyectiles y metralla, sino también a aplazar sine die operaciones ofensivas y a realizar dolorosas listas de prioridades sobre qué objetivos o escenarios defender.