Voces discordantes

La disidencia rusa en el exilio no baja los brazos

Nikita y otro manifestante ondena las banderas de Ucrania y la que utiliza la oposición rusa en un acto en el que quemaron un muñeco de Putin. / ÀLEX BUSTOS

La ofensiva rusa en Ucrania recrudeció la persecución a las voces disidentes en Rusia. A la memoria vienen los nombres más importantes entre los críticos al oficialismo ruso como Alekséi Navalni, Vladímir Kara-Murzá o incluso nacionalistas como Igor Girkin, alias 'el pistolero' del Donbás. Pero, además de los nombres importantes, cualquiera que protestara se exponía al escarnio público, detenciones, pérdida del trabajo, expulsión de la universidad, además de multas y posibles condenas de cárcel. Es por ello que muchos de los que tuvieron la oportunidad de dejar su país natal optaron por ir a países vecinos como Kazajistán, Estonia, Letonia, Lituania y Georgia, entre otros. Y los más militantes entendieron que desde fuera también se puede trabajar para cambiar Rusia.