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Crónica desde Moscú: la ciudad que no pasa frío

Un paseo nevado en Moscú / EFE / MAXIM SHIPERPKOV

Con centímetros de nieve, Madrid colapsó. Cuando el frío arrecia en Barcelona, mucha gente no quiere hacer planes en la calle. Moscú, sin embargo, no para ni cuando los termómetros bajan de cero. Las calles del centro siguen luciendo abarrotadas de gente paseando en los fines de semana, andando tranquilamente como si fuera verano. Cuando nieva más de lo habitual, batallones de trabajadores públicos quitan sin cesar la nieve con sus palas para que sea más cómodo andar por el corazón moscovita, para que no baje el pulso de la capital rusa.