Conflicto en Oriente Próximo

Las familias de los rehenes israelíes aún por liberar se sumen en la incertidumbre y la agonía: "Es una guerra psicológica"

Acto en Tel Aviv para reclamar la liberación del matrimonio Shiri y Yarden Bibas y sus hijos Kfir, de 10 meses, y Arie, de 4. / ILIA YEFIMOVICH / DPA

En otra vida, en la vida que había antes del 7 de octubre, la familia Avigdori discutía por nimiedades. Como cualquier otra familia. Noam, la más pequeña del núcleo familiar, insistía en ampliarla con un perro. Sus padres no estaban del todo convencidos. Ahora, después de pasar casi 50 días en cautiverio en la Franja de Gaza, tras ser secuestrada en el kibbutz Beeri junto a su madre, Sharon, la posibilidad de cumplir con ese capricho de la preadolescente se ha convertido en la mayor de las bendiciones para el padre de Noam. Hen Avigdori le prometió a su hija pequeña en televisión delante de todo el país que, cuando volviera a casa, irían en busca de un perro juntos. Sus "dos chicas", como las llama él, fueron liberadas el sábado y ya están de vuelta en Hod Hasharon, en el centro del Estado hebreo. Pronto llegará el perro más deseado de todo Israel.