Después de tres semanas encerrado en casa, pegado a la televisión y durmiendo en el pequeño cuarto seguro que tienen las viviendas más nuevas de Ascalón, Shimon Pur ha decidido finalmente volver al trabajo. Pero lo ha hecho casi de puntillas, sin dejar atrás la ansiedad que llega del cielo. A un paseo de la clínica donde trabaja como guardia de seguridad hay un edificio con un boquete en la fachada, un coche quemado y un escaparate troceado. Solo los negocios que prestan servicios esenciales siguen abiertos. Y miles de personas han sido evacuadas, dejando semivacía una de las ciudades más antiguas del mundo, pese a los bosques de hormigón que recortan su horizonte. “Estoy acostumbrado a oír los misiles de la Cúpula de Hierro desde pequeño, pero nunca habíamos tenido esta clase de explosiones. Es aterrador”, confiesa este veinteañero judío.
Conflicto en Oriente Próximo
En las ciudades fantasma del sur de Israel, hambre de revancha e indefensión ante Hamás
Ciudadanos de la ciudad israelí de Ashkelon inspeccionan los daños sufridos en las calles tras un ataque lanzado desde la Franja de Gaza. /
Lo más visto
- La madre de Moisés habla alto y claro sobre la victoria de Óscar en 'Pasapalabra'
- Estado Islámico reivindica el atentado en Afganistán en el que murieron tres turistas catalanes
- Aviso para los trabajadores: subida en la nómina para los que cumplan estos requisitos
- Los insultos de Milei a Sánchez y su esposa en Madrid provocan un choque sin precedentes entre España y Argentina
- La última zona de cultivos de L’Hospitalet no seguirá como explotación agrícola con el futuro polo biomédico