Incursión de Hamás

Los habitantes del kibbutz Be'eri cuentan el horror vivido: "Por lo menos, ya no huele a muerto"

Así ha quedado el kibbutz Beeri, en Israel, atacado por Hamás / Kobi Wolf / BLOOMBERG

Los limones ya empiezan a amarillear en los árboles del kibbutz Be’eri. La naturaleza avanza en esta comunidad a dos kilómetros de la Franja de Gaza. Avanza ajena al horror, al paisaje de destrucción que envuelve a estos jardines que, hace dos semanas, eran idílicos. Pero, a punto de cambiar de color y sabor, ¿quién vendrá a recoger estos limones? Ahora, entre las ruinas de las casas, sólo se pasean soldados del Ejército israelí y un grupo de voluntarios de la defensa civil. “Por lo menos, ya no huele a muerto”, celebra Liran ben David, residente de Be’eri. No usa el pasado. Aunque ahora esté lejos de casa, buscando cobijo en un hotel del mar Muerto, él vive en el kibbutz.