Catástrofe natural

Marruecos trata de recuperar la normalidad entre los escombros

Una familia se refugia en su tienda de campaña en Amizmiz. / EFE

La región del Alto Atlas marroquí que el pasado viernes sufrió un devastador terremoto sigue con miedo las réplicas. Por ahora se han producido una treintena, aunque de pequeña intensidad. La pasada noche, el suelo volvió a temblar, se registró un pequeño seísmo de 5,6. En la ciudad de Amizmiz se derrumbó una casa que ya estaba dañada. "Lo hemos notado, pero no ha sido grave", explica Abdu, vecino de esta población. Mohamed, de una aldea a 50 kilómetros, explica que "gracias a Dios" todos están bien. Los dos viven acampados en tiendas que ha distribuido el Estado y aseguran que cuando se producen réplicas, muchos entran en pánico.