Guerra en el este de Europa

Los ataques en territorio ruso se normalizan en vísperas de la contraofensiva ucraniana

Bomberos rusos trabajan en el puerto de Taman (Krasnodar), después de que sus tanques de combustible fueran atacados por drones.

El terror cotidiano que padecen los ucranianos desde hace más de un año ha comenzado a cruzar la frontera con persistente asiduidad. Los ataques sobre territorio ruso y las regiones ucranianas ocupadas por sus tropas se están incrementando a medida que Kiev ultima los preparativos para su esperada contraofensiva. Ninguno tan osado como el intento de la pasada madrugada para atacar el Kremlin con drones, la primera vez desde el inicio de la invasión en que la guerra ha acechado los cielos de la capital rusa. Moscú ha acusado a Ucrania de la intentona fallida, que supuestamente buscaba matar a Vladímir Putin, una afirmación rechazada tajantemente por Kiev. “Nosotros no atacamos a Putin o Moscú. Luchamos dentro de nuestro territorio para defender nuestras ciudades y pueblos”, ha dicho su presidente, Volodímir Zelenski.