Comprar el último modelo de iPhone en Rusia no tiene ningún mérito. A pesar de que oficialmente la marca ya no trabaja en el país y por lo tanto no vende sus productos de forma estandarizada, en muchas tiendas de electrónica se puede encontrar, no hace falta ir a un sitio escondido detrás de una falsa pared o a un local lujoso para la jet set moscovita. Eso sí, quien quiera darse el capricho deberá pagar hasta 1.600 euros (700 más que en España), y es que la tienda se cobrará todos los kilómetros extra que ha tenido que hacer el aparato. En un establecimiento cualquiera de Moscú el dependiente apunta que no sabe de dónde ha venido, pero asegura que tiene "la garantía y todo lo que se le puede pedir a un producto nuevo", excepto "el acceso a algunas aplicaciones para iPhone".
Restricciones occidentales
Las importaciones paralelas de Rusia para esquivar las sanciones
Moscú permite una suerte de contrabando legal para mantener en el mercado ruso productos restringidos
Una tienda de Ikea en Moscú, antes de que la compañía de muebles anunciase el cierre de sus establecimientos en Rusia, en marzo de 2022. /
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