Conflicto en el este de Europa

Putin visita por sorpresa Crimea en el noveno aniversario de su anexión a Rusia

Una abrumadora mayoría de países del mundo no reconocen ni la anexión de la península del mar Negro, ni las fronteras que Rusia emplea en sus mapas

El Código Penal ruso considera un atentado contra la integridad territorial y una ofensa criminal negar que el territorio pertenezca a la Federación Rusa

El presidente ruso, Vladímir Putin, en Sebastopol. / REUTERS

"Crimea es nuestra, Crimea es nuestra", gritaba la multitud el 21 de marzo de 2014 en la plaza Roja de Moscú. El mismo presidente ruso, Vladímir Putin, anunciaba ese mismo día, desde el escenario que había montado para la ocasión, que "Crimea había vuelto a casa". Esa fue la primera vez desde el final de la Segunda Guerra Mundial en la que Rusia creció en superficie, justo al contrario de lo que sucedió en 1991, cuando la URSS se disolvió. Moscú – y muchos rusos – consideran que esta península es una región más de su país. Años más tarde, en 2022, el Kremlin repitió la jugada en el este de Ucrania con las regiones de Donetsk, Lugansk, Jersón y Zaporiya, de las que también se dijo que "regresaron a casa". Y este sábado el mismo Putin ha visitado por sorpresa Sevastopol, la capital de la región. Durante su estancia asistió a la inauguración de una escuela de arte junto con las autoridades regionales impuestas por Moscú.