Catástrofe natural

La ayuda empieza a llegar a Turquía mientras Siria queda abandonada

La cifra de muertos supera los 20.000 mientras se reducen las esperanzas de encontrar supervivientes a medida que pasan los días

Un equipo de la Cruz Roja mexicana llega a Turquía para participar en las labores de rescate tras el terremoto. / Ministerio de Exteriores de México

Empieza a hacerse de noche, con el sol ocultándose en el horizonte, cuando el líder del grupo se planta. "¡Parad, parad! ¡Que paren todos! ¡Largo! ¡Fuera!", grita el hombre mientras los suyos, saltando entre los escombros, corren tan rápido como pueden. Hace unos minutos, entre las ruinas, había aparecido un teléfono. Un rato después, aparecerá un cadáver. Pero ahora es momento de correr: detrás del edificio derrumbado, el mismo que hace unos días tenía ocho plantas, otro igual y aún en pie se estremece. "¡Todos fuera! ¡Va a caer!", grita el jefe del equipo. Todos se apartan. El edificio no cae. Las tareas siguen.