Catástrofe en Oriente Próximo

La oposición siria implora a la ONU, la UE y EEUU que envíen también equipos al norte de Siria bajo control rebelde

En la región tan solo están realizando labores de rescate los Cascos Blancos y algunas pequeñas organizaciones, sin ninguna ayuda exterior

Los daños causados en la ciudad de Hama por el terremoto que ha afectado a Siria el 6 de febrero. / SANA

El terremoto registrado la madrugada del lunes con epicentro en Turquía y de magnitud de 7,8 grados ha golpeado con gran dureza más allá de la frontera del país otomano. En el norte de Siria, en la zona donde se encuentra el último bastión de las fuerzas opositoras, se han contabilizado "más de 1.000 muertos", aunque se teme que la cifra crezca porque muchas personas se hallan "bajo los escombros", ha asegurado en un mensaje de Whatsapp a EL PERIODICO desde Jordania Mohamed Otri, un portavoz opositor.

La oposición siria ha emitido este lunes por la tarde un dramático llamamiento dirigido a la ONU, a sus agencias humanitarias y a los gobiernos de EEUU y la UE para que no limiten su asistencia al sur de Turquía y envíen a la zona "ayuda, equipos de rescate y medicinas". "Cualquier retraso acarreará un incremento en el número de víctimas, y la situación se convertirá en una catástrofe", reza el comunicado. Según Otri, los únicos rescatadores que en estos momentos están buscando a supervivientes de entre los escombros en las zonas bajo control rebelde de Siria son "los Cascos Blancos", los equipos que durante la guerra civil siria han acudido puntualmente a los edificios bombardeados por las aviaciones de Rusia y el régimen sirio para extraer civiles de entre las ruinas, además de "algunas pequeñas organizaciones".

Los Cascos Blancos han demandado, tanto a Rusia como al régimen sirio, que inicien una tregua y eviten atacar las zonas de Idlib y Alepo afectadas por el temblor, regiones que, además, estos días sufren de bajas temperaturas y condiciones meteorológicas muy adversas. "El tiempo es muy frío y la gente tiene que estar caliente", destaca Otri.

Más devastación

La provincia noroccidental de Idlib, en Siria, está dominada por el Organismo de Liberación de Levante, una alianza armada islamista. En esta zona, junto con las áreas del norte de Alepo que también se escapan al control de Bashar al Asad, residen 4,6 millones de personas, de las cuales casi tres millones son desplazados internos por el conflicto armado iniciado en 2011 en el país árabe. De acuerdo con el portavoz opositor, el régimen sirio "no está ofreciendo ninguna ayuda", ya que está "económicamente arruinado". Las localidades más afectadas son precisamente Idleb, y la región de alrededor, junto con Alepo y su zona colindante, sostiene Otri. Los edificios en estas localidades "ya estaban débiles" debido a los bombardeos de la aviación rusa y siria, denuncia el portavoz. Aunque Rusia -aliada de Al Asad- y Turquía -valedora de la oposición siria- acordaron un alto en fuego en Idlib en marzo de 2020, la región sigue siendo objetivo de bombardeos rusos y ataques de artillería de las tropas gubernamentales sirias con relativa frecuencia.

Más fallecidos en Siria

Por otro lado, las áreas de Alepo en manos de Damasco y las provincias de Latakia, Tartus y Hama, más alejadas del epicentro y controladas por el Gobierno sirio en casi su totalidad, han registrado al menos 430 fallecidos y 1.315 heridos, según el Ministerio de Salud. El Centro Nacional de Monitoreo Sísmico de Siria afirmó que el terremoto es el "más fuerte" registrado por los sistemas sirios desde que entraron en funcionamiento en 1995.