Desafío terrorista

El Estado Islámico, en vías de mutación una década después de aterrorizar al mundo

Desde que perdió todo su terreno en 2019, el grupo yihadista se ha convertido en una organización descentralizada cuyo objetivo ya no son (de momento) los grandes atentados en Occidente

Miembros del Estado Islámico entran en la ciudad de Raqqa. en junio de 2014. / Reuters

Hubo un tiempo, hace nueve años, en el que mundo les temió. Esa escena se convirtió en icónica: Abu Bakr al Bagdadi, entonces líder de la que era una organización yihadista algo desconocida, el Estado Islámico (EI) —que rompió con Al Qaeda en 2006 porque el grupo de Bin Laden “era demasiado tibio”— se subió al balcón de una mezquita de Mosul, en Irak, para declararle al planeta entero que él era el nuevo califa, y su EI el canto de sirena para que todos los musulmanes supuestamente reales del mundo viajasen hacia sus tierras a vivir bajo su mando.