Once años de guerra

El turismo retorna a Siria entre críticas de los refugiados en el exilio

  • Las autoridades permiten la entrada de viajeros extranjeros acompañados por un guía local en un circuito cerrado

  • Un exprisionero político denuncia que los viajes turísticos contribuyen a blanquear al régimen sirio

Militares rusas se toman fotografías frente a la Gran Mezquita de Damasco. / Andrea López-Tomàs

Frente a la Gran Mezquita de Damasco, un grupo de sirios exaltados sacan sus cámaras y empiezan a grabar. Hace mucho que no veían algo así. Cabelleras rubias y rostros extranjeros escuchan con atención la descripción del guía sobre el templo de los omeyas. 'Where are you from?' 'Where are you from?'", insisten los lugareños preguntándoles por su origen. Su presencia despierta alegría y un deje de esperanza. Tras 11 años de guerra civil, Siria recibe turistas de nuevo. Centenares de viajeros vuelven a probar la deliciosa comida siria y pasear por sus calles, la mayoría en ruinas. Aún así, el retorno del turismo al país da a pie a acalorados debates morales lejos de las fronteras sirias.