Tensión en el país andino

El eterno retorno de la crisis peruana

  • La situación de la presidenta interina pende de un hilo en un país donde todos los presidentes de este siglo han sido manchados por la corrupción

Enfrentamientos entre los manifestantes y la policía en el puente de Añashuayco, en Arequipa, este jueves. / DIEGO RAMOS / AFP

"¿Y si no hay un mañana? ¡Hoy no lo ha habido!", se dice en una de las escenas de Groundhog Day, una película conocida en España como Atrapado en el tiempo. Bill Murray interpreta a un meteorólogo de la televisión. Mientras reporta sobre un evento anual del Día de la Marmota en Pensilvania, es prisionero de un bucle temporal que repite las misma escenas. Algo similar ocurre en Perú con sus crisis políticas: la reincidencia parece no tener fin. Los nombres son intercambiables. Por estas horas se trata de Dina Boluarte, cuya presidencia provisional pende de un hilo cada vez más delgado. Multitudinarias manifestaciones reclaman no solo que abandone el Palacio Pizarro. Se pide la disolución del Congreso y nuevas elecciones este año. El compromiso legislativo de celebrar comicios recién en abril de 2024 no parece ajustarse a las urgencias de la calle. El último episodio de esta crisis ha tenido lugar este jueves (madrugada del viernes en España), cuando marchas procedentes de diferentes puntos del país confluyeron en la capital en la llamada "toma de Lima".

Temas

Perú