Casi exactamente dos años después de que una turba de seguidores de Donald Trump asaltara la sede del poder legislativo en Estados Unidos para tratar de abortar la certificación de la victoria electoral de Joe Biden en las elecciones de 2020, miles de brasileños tomaron las principales instituciones del poder en Brasilia con el fin difuso de restituir en la presidencia a Jair Bolsonaro tras su derrota electoral frente a Luiz Inácio Lula da Silva. Ambos golpes fracasaron, después de que los militares y otros resortes del poder se negaran a respaldar decisivamente la asonada, pero han servido para poner de manifiesto la vulnerabilidad de la democracia ante los ataques instigados desde dentro de las instituciones por líderes populistas que llegaron al poder valiéndose de los mismos mecanismos democráticos que más tarde trataron de volar en pedazos.
Ataques al Estado de derecho
Trump, Bolsonaro, Orban, Modi... Cómo destruir la democracia en 5 actos
La forma de subvertir el orden establecido ha cambiado y, como se ha visto en Brasil, los golpes de Estado se perpetran cada vez más desde dentro de las instituciones
Simpatizantes del expresidente brasileño Jair Bolsonaro durante el asalto al Congreso, el 8 de enero. /
Lo más visto
- Cómo ver el concierto gratuito de Madonna en Copacabana
- Este domingo puedes visitar el bosque del Prat que solo abre 10 veces al año
- Un muerto en un tiroteo al lado de la parada de metro de Maresme-Fòrum de Barcelona
- Una chimpancé acarrea con el cadáver de su cría desde hace meses en el Bioparc de Valencia
- Entrevista al legendario atleta Edwin Moses: "No necesité entrenadores, yo era más inteligente que ellos"