Crisis en el país andino

El dilema de los gobiernos progresistas latinoamericanos frente a la destitución de Castillo

  • El expresidente peruano no tuvo expresiones de solidaridad cuando intentó disolver el Congreso

  • Sus homólogos reconocieron las constantes trabas de las elites que nunca le permitieron gobernar

El destituido presidente de Perú, Pedro Castillo. / REUTERS / SEBASTIAN CASTANEDA

Pedro Castillo no tuvo quien escribiera a su favor en América Latina. Los líderes progresistas apenas balbucearon lamentaciones sobre la suerte de la institucionalidad peruana y el comportamiento de las elites. Las razones del laconismo regional están relacionadas en las propias acciones del maestro rural. El presidente destituido se había autocondenado desde el momento en que intentó disolver al Congreso.

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