La última ola de bombardeos rusos ha dejado a más de 10 millones de personas sin suministro eléctrico en Ucrania, según el presidente, Volodímir Zelenski, que ha prometido hacer "todo lo posible" para "normalizar" la situación en el plano energético.
Las fuerzas rusas han lanzado esta semana decenas de misiles contra las infraestructuras energéticas esenciales en el país eslavo, privando a la población de luz, agua, calefacción y comunicaciones. Las autoridades locales llevan semanas advirtiendo a la población de posibles cortes y pidiendo medidas de ahorro.
El Gobierno, por su parte, lleva a cabo cortes temporales y previstos pero, como ha reconocido Zelenski en un discurso a la nación, también se producen otros de "emergencia". Las regiones de Vinitsia, Odesa, Sumi y Kiev son las más afectadas por los últimos ataques.
Fuera de servicio
"Tan sólo el 15 de noviembre, Rusia disparó unos 100 misiles contra ciudades ucranianas. Casi la mitad de nuestro sistema energético está fuera de servicio", ha declarado este viernes el primer ministro ucraniano, Denys Shmyhal, en una comparecencia en Kiev con el vicepresidente de la Comisión Europea (CE), Valdis Dombrovskis.
Las autoridades de Kiev han recomendado a los ciudadanos de la capital que se abastezcan de agua y alimentos ante la posibilidad de nuevos problemas en suministros clave, según la Agencia de Información Independiente Ucraniana (UNIAN). Durante este viernes se han llevado a cabo nuevos cortes de electricidad en Kiev, con previsión de al menos varias horas.