Entre las playas paradisíacas del mar Rojo y la prisión Scorpion hay apenas 400 kilómetros en línea recta. Para llegar desde los centros de convenciones de Sharm el Sheij donde este domingo empezará la COP-27 hasta uno de los peores centros carcelarios de Egipto, hay que cruzar la península del Sinaí, el Canal de Suez y alcanzar las orillas del Nilo. Con tierra y mar de por medio, los gritos ahogados de los miles de prisioneros políticos que languidecen entre los barrotes no alcanzarán los oídos de los diplomáticos, activistas y representantes políticos preocupados por el clima. Antes, tendrán que superar los muros de hormigón que aíslan a la idílica ciudad de esa terrible realidad que muchos ciudadanos viven hoy en día en Egipto.
Contradicciones
Los abusos de los derechos humanos en Egipto empañan la cumbre del clima
Los activistas y periodistas egipcios ven la cumbre del clima como "una oportunidad rara y útil para ser el centro de atención del mundo y denunciar la situación catastrófica de los derechos humanos y pedir solidaridad mundial"
Miles de prisioneros políticos y periodistas languidecen entre rejas desde que Abdelfatá el Sisi tomó el poder del país gracias a un golpe de Estado militar en 2013
Sala de conferencias de la cumbre del clima en Sharm El-Sheikh.
Lo más visto
- Yolanda Díaz insta a la patronal a pactar la reducción de la jornada "antes de verano" o legislará sin ella
- Quién es Laura Menoyo y por qué era la visita más esperada para Daniel Sancho
- La Guardia Urbana rescata 14 gatos de un piso de Sant Martí
- Retirados un 30% de anuncios de pisos de alquiler en Barcelona tras la regulación de la oferta de temporada
- El escritor Paul Auster fallece a los 77 años debido a un cáncer