Guerra de Ucrania

La guerra convierte el rico legado ruso en Odesa en patrimonio tóxico

La ciudad se replantea qué hacer con su incómodo pasado mientras la población prorrusa guarda silencio o se marcha

Una joven camina por el centro de la ciudad de Odesa. / OLEKSANDR GIMANOV (AFP)

Cuando comenzó la invasión rusa de Ucrania, el alcalde de Odesa tardó cinco días en pronunciarse sobre la agresión, cinco días eternos en condenar los bombardeos masivos que sirvieron de paraguas letal para la irrupción de las tropas del Kremlin en territorio ucraniano. “Optó por esperar a ver qué pasaba”, dice ahora el concejal de la oposición Petro Obukov en uno de los parques de la llamada ‘Perla del Mar Negro’, históricamente la más cosmopolita, literata y golfa de las urbes ucranianas. “Al igual que el gobernador de la región, pensaba que los rusos podrían tomar Kiev en unos días y luego temía la reacción de buena parte de su electorado, que por entonces sentía una fuerte afinidad con Moscú”. No en vano, en las últimas elecciones municipales (2020) los partidos prorrusos obtuvieron casi la mitad de los escaños del consistorio.