Una expresión se repite en medios y ciertos círculos políticos en Alemania desde hace semanas: "otoño caliente". Con ella, periodismo y política pretenden resumir a lo que podría enfrentarse el país si se materializan los peores escenarios; es decir, revueltas sociales e inestabilidad política si la inflación sigue aumentando, si la crisis energética se endurece, si la recesión acaba llegando, y si, en el peor de los casos, la falta de energía genera un colapso industrial, al menos parcial, que podría desembocar en mayor desempleo y en desabastecimiento de determinados productos.
Inestabilidad en Europa
La sombra de un "otoño caliente" aviva el miedo y las protestas en Alemania
La crisis energética, la desbocada inflación y la incipiente recesión tensan las costuras sociales en la locomotora europea
Estación compresora de gas en Mallnow, Alemania. /
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