El presidente ruso, Vladímir Putin, ha decidido aplazar un mes la llamada a filas este otoño debido a la saturación de los centros de reclutamiento por la movilización parcial para la campaña militar en Ucrania, según ha explicado este sábado el Kremlin.
"Ahora las oficinas de alistamiento están muy saturadas por la movilización parcial. Para no agravar aún más esa congestión, se tomó esa decisión", dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, a la agencia RIA Nóvosti.
Peskov se mostró convencido de que dicha decisión permitirá conjugar tanto el flujo de hombres movilizados como el de reclutas que deben cumplir el servicio militar.
Esa leva otoñal también incluye a 7.000 rusos menos que hace un año, aunque nadie ha explicado por el momento el motivo de esa reducción.
Los militares encargados de la movilización parcial explicaron que dichos reclutas no participarán en la "operación militar especial" en Ucrania.
Una promesa incumplida
No obstante, esa promesa ya fue incumplida al principio de la campaña y, según la prensa, nadie puede descartar que una vez concluyan el servicio militar esos reclutas, que pasarían a la reserva, sean automáticamente desplegados en el país vecino.
Según la ley, los reclutas no pueden ser desplegados en un país extranjero, a no ser que el jefe del Kremlin declare la ley marcial.
Putin admitió errores en la movilización parcial y ordenó que vuelvan inmediatamente a casa aquellos rusos movilizados por error.
Miles de rusos han abandonado este país desde que el presidente firmara hace 10 días el decreto de movilización.
Las autoridades también han advertido que castigarán con hasta 15 años de cárcel los intentos de quemar los centros de reclutamiento, que han sufrido numerosos ataques en las últimas semanas.