Entender más

La ultraderecha ya condiciona el gobierno en Suecia, la cuna de la socialdemocracia

El país rebaja el cordón sanitario que mantenia con la fuerza de extrema derecha, que se ha convertido en la segunda fuerza

Akesson

En plena euforia de noche electoral, cuando ya estaba claro que el partido ultraderechista Demócratas de Suecia (SD) había superado al Partido Moderado como segunda fuerza más votada, una de sus dirigentes saludó "Helg seger" con el brazo extendido ante las cámaras, copa en mano. Le faltó una letra para "hell seger", el saludo nazi sueco equivalente al "sieg heil" alemán, pero Rebecka Fallenkvist, candidata al consejo regional de Estocolmo pero sobre todo conocida como presentadora del canal de Youtube del SD Riks, fue rápida en aclarar que había querido decir "victoria de fin de semana", una fórmula gramaticalmente extraña para celebrar el resultado de su partido. "No tengo responsabilidades en lo que la gente interpreta, solo en lo que digo", quiso zanjar Fallenkvist el lunes. Se limitó a reconocer que no debió haber concedido aquella entrevista, a la que le faltaba sobriedad.