El hombre, en realidad, aún no a llegado a la Luna. La Tierra es plana, no redonda. Y ahora, tras varias teorías de la conspiración alrededor del coronavirus y sus vacunas, llegan las voces que cuestionan que la muerte de la reina Isabel II de Inglaterra se haya producido como se ha anunciado oficialmente. 

Proliferan en las redes sociales las ideas que sostienen que la soberana falleció en realidad “hace meses”, pero se ha agurdado al mejor momento para hacerlo oficial. Incluso desde la extrema derecha de EEUU, la conocida como teoría Qanon, llegó a sostener que Isabel II perdió la vida hace muchos años y, lo que resulta incluso más sorprendente, que fue sentenciada por un tribunal militar y ejecutada por su relación con la muerte de Lady Diana, de quien, por cierto, otras teorías tanto o más rocambolescas han llegado a especular con que estuvo entre el público asistente al sepelio de la reina. No faltan las voces que apuntan al covid-19 como el origen del fallecimiento.

Una reptiliana bajo la corona

Si Isabel II no murió el 8 de septiembre, sino antes, entonces ¿qué hay de las imágenes de la monarca que se han divulgado en los medios durante todo este tiempo? La respuesta es sencilla, si se atiende a las teorías que proliferan en redes: se trataba, en realidad de imágenes diseñadas por ordenador.

Y puestos a especular sobre su imagen, apunten la opción de que, en realidad, bajo la flemática estampa de lsabel II, se hallaba la figura de “una reptiliana”, en referencia a las figuras de reptiles humanoides presentes en la ciencia ficción.