Creciente tensión

El juicio contra Cristina Kirchner recrudece la polarización en Argentina

  • El peronismo considera que la petición de condena de 12 años de prisión e inhabilitación perpetua es un intento de proscripción

  • Los meses previos a la sentencia amenazan con convertirse en un campo de disputas de impredecibles consecuencias

Simpatizantes de Cristina Fernández de Kirchner muestran su apoyo frente a su casa, este jueves en Buenos Aires. / LUIS ROBAYO (AFP)

La fisonomía del barrio de Recoleta de la ciudad de Buenos Aires lleva la marca de estos tiempos de crisis: edificios de alcurnia y, a la vez, el desfile incesante de pobres que buscan panes y peces en la basura. Automóviles último modelo y gente que duerme en la calle. En el cruce de las calles Uruguay y Juncal se levanta uno de esos apartamentos señoriales. Allí, en ese corazón furibundo del antiperonismo, vive Cristina Fernández de Kirchner. "Si la tocan, qué quilombo (lío) se va armar", advierten día y noche sus seguidores. Hombres y mujeres se han convertido en escudo humano desde el momento que el fiscal Diego Luciani pidiera para ella 12 años de cárcel y la inhabilitación permanente por considerarla la cabeza de una "asociación ilícita" vinculada al negocio de la obra pública durante sus gobiernos (2007-2015). "Nos quedamos hasta el lunes por lo menos", dice a EL PERIÓDICO un joven que se define como "soldado" de Cristina. De hecho, este sábado ya tuvieron lugar incidentes entre simpatizantes de la vicepresidenta y la policía. No faltaron los heridos y la denuncia de una represión desmedida, mientras que la alcaldía responsabilizó a las personas que han convertido al coqueto barrio de clase media alta en un "campamento". Dos miradas equidistantes de lo que ocurre. Acaso el indicio de lo que se viene en Argentina al compás de los tiempos que dicten los tribunales. Una presunción que se ha verificado en distintas ciudades del país, donde tuvieron también lugar manifestaciones.