Crisis migratoria

Afganos refugiados en España: de la tristeza a la tristeza

Salvaron la vida y huyeron de un infierno, pero les atenaza la frustración por no poder ayudar a la familia que quedó allí

La fiscala afgana Khatera Safi, refugiada en Getafe (Madrid). / José Luis Roca

A Khatera Safi, afgana de 27 años, se le ha cruzado la guerra de Ucrania además de la eterna desgracia que somete a su país. Si no hubiera habido guerra en Ucrania, quizá los recursos del Estado para acoger a refugiados no estarían tan repletos, y puede que hoy tuviera más fácil irse a vivir a Mallorca. En Marratxí le espera un puesto de trabajo como jugadora y entrenadora de baloncesto adaptado en la fundación Asnimo. Esa ONG mallorquina trabaja con personas que sufren discapacidad, como la que soporta Khatera desde que, a los once años, la atacó una mala fiebre.