Derechos LGTBI

Avances y estancamientos en América Latina en materia de diversidad sexual

  • Se estima que más de 33 millones de latinoamericanos se consideran parte del colectivo LGTBI 

  • Según CEPAL, las disidencias sexuales experimentan todavía situaciones de discriminación, violencia y desigualdad 

Los colores LGTBI.

Susel Paredes quiere ser presidenta peruana. Pero la congresista del Partido Morado tiene antes una lucha urgente que librar, y no solo en su nombre. El Tribunal Constitucional acaba de negarle la posibilidad de que inscriba el enlace que contrajo con Gracia Aljovín en Miami en 2016 en el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec). Paredes decidió llevar su caso a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH). "La pelea por nuestra dignidad continúa. Lo haré por amor, con la razón y armada de valor", dijo y lamentó que Perú no sea uno de los países latinoamericanos como Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Ecuador, Chile y Uruguay, donde las parejas del mismo sexo tienen un acceso igualitario al matrimonio. Varios estados mexicanos, entre ellos el Distrito Federal, cuentan con esa apertura. En Cuba, Bolivia Belice, El Salvador, Guatemala, Guyana, Haití, Honduras, Nicaragua y República Dominicana no existe todavía una figura legal de esa naturaleza. El horizonte se estrecha en Venezuela. "La Constitución que yo firmé y que aprobamos establece el matrimonio entre un hombre y una mujer. Es lo que yo defiendo", repite su fiscal general, Tarek William Saab. Ese déficit El caso paraguayo es aún más flagrante: el Código Civil lo prohíbe en forma explícita.