Mala gestión

Despedido el operario que recibió la llamada de emergencia del tiroteo en Búfalo

"Enseñamos a nuestros recepcionistas de llamadas al 911 que si alguien está susurrando, probablemente significa que está en problemas", argumenta el director ejecutivo del condado de Erie

Al menos 10 muertos en un tiroteo racista en Búfalo (Estados Unidos). En la foto, agentes de policía en el lugar de los hechos. / EFE / BRANDON WATSON / VÍDEO: ATLAS

Un operador de un centro de llamadas de emergencias en Nueva York fue despedido por haber gestionado mal la llamada que hizo una empleada del supermercado de Búfalo donde ocurrió un tiroteo el 14 de mayo, que dejó 10 muertos y tres heridos, once de los cuales eran negros.

El trabajador, que no ha sido identificado, fue despedido el pasado día 2 de junio tras haber estado con una licencia administrativa pagada desde el 16 de mayo, según confirmó a la CNN el Departamento de Personal del condado de Erie, al que pertenece Búfalo.

Latisha Rogers, una gerente del supermercado Tops donde ocurrió el tiroteo, afirmó a CNN que estaba trabajando cuando un joven blanco de 18 años -identificado como Payton Gendron- entró al establecimiento y comenzó a disparar.

La empleada recordó que estaba en el área de servicio al cliente junto a dos compañeros de trabajo y que hablaba por teléfono con un cliente cuando oyó fuertes explosiones consecutivas, indicó además a la cadena de televisión.

Revisión de llamadas

Los Servicios Centrales de Policía revisaron las llamadas asociadas con el tiroteo, dijo a CNN Mark Poloncarz, director ejecutivo del condado de Erie y aseguró que la forma en que se atendió esta llamada "fue completamente inaceptable".

"Enseñamos a nuestros recepcionistas de llamadas al 911 que si alguien está susurrando, probablemente significa que está en problemas", argumentó. Payton fue acusado esta semana por un gran jurado de 25 cargos, que incluyen 10 de asesinato en primer grado, terrorismo nacional y porte de armas.

También se le acusa de 10 cargos de asesinato en segundo grado y tres de intento de asesinato motivado por el odio. De resultar culpable, podría ser condenado a cadena perpetua sin derecho a libertad condicional.