En clave europea

El veto al petróleo ruso daña a Europa y no frena la guerra

La economía europea paga precios energéticos más caros, más inflación, más desigualdad y mayores subidas de los tipos de interés

Una gasolinera Gazpromneft en San Petersburgo. / ANATOLY MALTSEV (EFE)

El veto de la Unión Europea (UE) a la importación de petróleo ruso y derivados resulta ineficaz para lograr el objetivo de recortar drásticamente los ingresos del Kremlin para financiar su guerra en Ucrania. La medida, como advirtieron en abril los economistas, perjudica anticipadamente a la UE con precios energéticos cada vez más elevados, mientras que solo a partir de 2023 tendrá un impacto limitado en el presupuesto de Rusia, que ya reorienta sus exportaciones a China, la India, Turquía y otros países. El veto no detendrá la guerra en Ucrania, pero sí debilitará aún más la economía de la UE, acentuará la inflación y agravará la desigualdad.