Crisis migratoria

La olla a presión del Sahel gesta un alza del flujo en la ruta canaria

Mali se aleja más de Europa en la lucha antiterrorista y abandona el G5 v Bamako frenan un nuevo intento de golpe de Estado

Salvamento rescata a 104 personas en dos neumáticas al sur de Canarias, entre ellos diez niños.

La olla a presión que bulle en el Sahel frente a las costas de Canarias gesta un cóctel político y social con visos de derivar en un repunte de los flujos migratorios a través de la peligrosa ruta atlántica. La estabilidad y seguridad de los países de la región se debilita frente al firme avance de los yihadistas que han visto cómo la zona se ha convertido en un refugio seguro y fértil para sus redes terroristas. La cadena de golpes de Estado que se ha producido en los últimos dos años en el África Occidental ha desestabilizado las jóvenes y débiles democracias de países como Malí, Burkina Faso, Chad, Guinea Conakry o Sudán. El paradigma de desequilibrio en la región es Malí, donde la junta militar que detenta el poder de manera provisional ha roto todos sus lazos con Francia y, en general, con Europa y ha optado por estrechar relaciones con Rusia.

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