Guerra en el este de Europa

Huidas (por los pelos) de la ocupación, los campos de filtración y la deportación a Rusia

Dos mujeres ucranianas relatan a EL PERIÓDICO el calvario sufrido intentando abandonar por su cuenta y riesgo el territorio ocupado por las tropas del Kremlin

Tatiana Loboiko aguarda un tren en la estación de Lviv para partir rumbo a República Checa. / MARC MARGINEDAS

Tatiana Loboiko, de 42 años, y Maria Dovichenko, de apenas 17, tienen en común algo más que su patria ucraniana. Ambas han pasado semanas enteras malviviendo bajo la ocupación de las tropas rusas o de sus aliados, las milicias separatistas del Donbás. Ambas han experimentado miedo y terror debido a los bombardeos o la arbitrariedad que las fuerzas ocupantes mostraban con los locales. Pero sobre todo, ambas se han convertido en una excepción contable entre sus vecinos, al lograr cruzar las líneas de frente y llegar, tras muchas vicisitudes, a territorio bajo control del Gobierno de Kyiv, escapando del futuro que los atacantes les habían reservado como población enemiga de las regiones recién adquiridas: los campos de filtración, las cárceles o la deportación a Rusia.